Seguimos nuestro camino hacia el norte, haciendo parada en otra ciudad de la provincia de Maharashtra, en Aurangabad. Viajamos desde Delhi en un bus nocturno pero no descansamos mucho, no porque fuese incómodo sino porque parece que conducen con una mano pegada al claxon. De hecho, en la parte de atrás de los coches y camiones hay un letrero que no pone “bebé a bordo”, sino que en letras de colores y pintadas a mano pone bien claro: PITE POR FAVOR.


Cuando llegamos al hostal a las 6 de la mañana, muertos de sueño, parecía que sólo había una habitación disponible. Nos llevaron escaleras arriba para enseñárnosla, sacaron al tío que estaba durmiendo allí, y decidimos que aunque la cama todavía estaba caliente y que no iban a cambiar las sábanas nos valía, ya no hacemos muchos ascos. Cuando nos fuimos a dar un paseo por la ciudad, descubrimos que en la escala de importancia del tráfico que teníamos en mente había cambiado por arriba. El último mono es el peatón, luego van las bicis, luego los cycle-rickshaws, los auto-rickshaws, los coches y los camiones. Lo único que puede parar a todo, el que manda en la carretera, que está por encima de todo y además campa a sus anchas, es la vaca.

El 80% de la población india, o sea, 800 millones de personas, son hindúes y consideran a la vaca un animal sagrado. No la pueden comer, pero sí ordeñar, hasta que la vaca deja de producir leche de buena calidad y la dejan suelta, por eso están por las calles. Pero lo que más nos sorprendió es que no sólo había vacas sueltas por Aurangabad, sino también cabras y cerdos. Los animales conviven con la gente de la ciudad, y si en los parques de Madrid hay que tener cuidado para no pisar una caca de perro, aquí hay que andarse con mil ojos para no meter el pie en una plasta gigante, que vamos con chanclas.

Nos cogimos un día un tour en bus para que nos llevara a ver los sitios más importantes de la ciudad. El más impresionante fueron las cuevas de Elora, que son unos templos excavados en la montaña por monjes budistas e hindúes, donde el más antiguo es del año 600.

Otro de los sitios que visitamos fue el mini Taj Majal, donde la mayoría de la gente que estaba allí nos pedía que nos hiciéramos fotos con ellos y hasta me acabaron soltando un bebé en menos de 2 segundos para que también tuviera una foto con los guiris J

Al día siguiente decidimos que las cuevas de Ajanta, que son parecidas pero excavadas en un valle, las iríamos a visitar en un bus local. Están a 100 km de la ciudad y tardamos 3 horas en llegar, para que os hagáis una idea de cómo están los transportes aquí.

Cuando volvimos por la tarde tuvimos la suerte de coincidir con la celebración de una boda. El novio estaba vestido de blanco, con un turbante rojo y montado en un caballo blanco. Se paró en una de las calles y algunos de los invitados y otros de los que pasaban allí se pusieron a bailar con la banda nupcial detrás. Cuando empezamos a ver que se nos acercaban unos para llevarnos a la zona de baile, hicimos el chicken run y nos fuimos a cenar.

Inauguramos de verdad la sección gastronómica de la India, que ya nos hemos lanzado a probar la cocina local.

Hemos cenado bastantes veces en un restaurante de Talis que estaba cerca de nuestro hotel. El Tali se sirve en plato de acero, y se trata de varios compartimentos donde te ponen salsas o guisos y en medio hay panes de varios tipos y arroz blanco. Te reponen la comida todas las veces que quieras hasta que te canses, pero nunca conseguimos terminarlo porque acabábamos con la lengua insensibilizada.


El platito pequeño que está a la izquierda es una especie de salsa de yogur muy líquida con un bollo en medio que estaba buenísimo, pero no me acuerdo del nombre.

Para compensar el picor hemos descubierto que lo mejor son los Lassi, que es una bebida con leche y yogur y muy azucarada, como un batido, bueníiiiiiiisima, que además te la mezclan si quieres con frutas. Nos falta por probar el Lassi salado, que creo que no nos va a gustar pero habrá que intentarlo.

También hemos probado el Paneer Butter Masala (que es la salsa roja de la izquierda, pica pero es aguantable) y el Methi Mutter Masala (que es lo verde y este sí que picaba para morirse).

Para elegir los platos, como tampoco la gente habla mucho inglés, lo hacemos a boleo. De los 50 platos que hay en la carta elegimos uno que nos guste el nombre y hala, sorpresa sorpresa!!!

Por cierto, a ver qué pasa con Bakugan que le están quitando el puesto de pichichi!!!!!

Seguiremos informando desde el frente, un beso a todos!!!!!

Paula y Jaime

Publicado por Jaime y Pau domingo, 4 de julio de 2010

2 comentarios

  1. ¡¡Estoy agotada, me quiero ir de vacaciones!!, no me extraña que me quiten el puesto de pichichi y cualquier otro puesto. Pero, no os creais, que aunque esté vaga para escribir, sigo siendo fiel al blog y no me pierdo ninguna entrega. Besotes y ¡¡Ya estais en India !!, teneis que empezar las compras. Disfrutad

     
  2. Hola Ghandis!! Despues de esto tendreis el estomago a prueba de bombas!.

    Que esta semana es la ultima que curramos y ya nos vamos a ver a Isra. Supongo tambien, que no pisaremos otra cosa que no sea arena y mar, asi que por si acaso te voy felicitando por adelantado.
    FELICIDAAAAAAAADESSS!!!

    Os mando unas fotos sanjuaneras y que sepais que el toro estofado me sale de cojon, subaste y me lleve 6kg por 30euros.

    Besitos

    Dans

     

Publicar un comentario