No teníamos muy claro si nos iba agustar o no San Francisco, vamos, que no es una ciudad que nos llamara mucho la atención y toda la gente que conocemos que ha ido allí nos decía que es preciosa. La verdad es que sí, que tiene mucho encanto a pesar del birujis que hace. Nuestro hotel no podía estar más en el centro de la ciudad y teníamos una parada del tranvía al lado. No pensé que fuéramos a coger tanto lo del tranvía, porque estando tan céntricos pues ¿para qué?, pero con lo empinadas que son las calles al final resultó fundamental, aunque fuera solo para subirse la cuesta de al lado de casa.

No sé si en las fotos se ve lo empinadas que están las cuestas, pero alguna vez que nos tocó subir la cuestecita yo pensaba que me daba algo. Un frío propio de invierno, y al final acabas sudando la gota gorda para subirte la cuestecita, sin los guantes, con el gorro en la mano, el abrigo abierto de para en par y ventilándote el jersey para no desmayarte del calor. No nos dimos cuenta hasta pasados unos días, pero descubrimos que cuando aparcaban el coche dejaban torcida la rueda que estaba pegada al bordillo, para que el coche no acabara bajo el Golden Gate en caso de haberte olvidado el freno de mano.


Las casas allí son preciosas, de hecho hay una zona muy típica a la que van todos los turistas en plan manada que son las "painted ladies". Son las típicas casas de San Francisco, pero estas son famosas porque tienen de fondo los rascacielos de la ciudad. Justo allí estaban rodando un capítulo de una serie, que luego acabamos descubriendo que se llama "Trauma", le hicimos fotos a los actores pero no nos sonaba ni la serie ni los famosos.

De allí nos fuimos al Golden Gate, una pasada. Además con el día nublado le daba un airecillo como en el de las pelis, es precioso. Además hay un carril para peatones asi que nos lo recorrimos casi entero, café en mano para mezclarnos con los americanos de allí. Parece que es como una religión, parecido a los chilenos con el mate, por la mañana no hay cristo que no lleve un café en la mano, y dados los precios que nos encontramos allí nos los acabamos comprando en el Starbucks.
Otro sitio de la ciudad muy visitado es el puerto, y sobre todo el PIER 39 (el muelle 39), que tiene una familia de leones marinos viviendo allí. Al puerto hay que ir con el estómago vacío, porque está lleno de puestos callejeros que venden marisco hervido, y el olor a cangrejo es fuertecito. Mira que a mí me gusta el marisco, pero hasta que uno se acostumbra el olor es fuerte. Desde uno de los muelles sale el barco que te lleva a Alcatraz. Hay varias excursiones al día, pero nosotros nos cogimos la que va por la noche para darle más ambiente al asunto.

La llaman La Roca, porque es un peñote en mitad de la bahía de San Francisco. Allí no solo vivían los presos, sino la gente que trabajaba en la prisión y sus familias, y decían que era el sitio más seguro para vivir, tanto que dormían con las puertas de su casa abiertas. De hecho, sólo ha habido una fuga en toda la historia de Alcatraz, y ni siquiera se sabe si los que se fugaron (Frank Morris y dos hermanos) llegaron con vida a la bahía o se ahogaron por el camino. Hicieron un agujero en las celdas, pusieron un muñeco en la cama para que no les echaran de menos en el recuento (la verdad es que da el pego), y se escaparon por el conducto de la ventilación, hasta que llegaron al agua y allí nunca más se supo de ellos.

Para seguir con nuestra corta trayectoria vinícola, nos fuimos a visitar los viñedos de Napa, que los vinos californianos tienen muy buena fama. Nos alquilamos un coche y pasamos allí la noche, pero era la primera vez que dormíamos en un motel de carretera. No sabíamos muy bien qué nos íbamos a encontrar y nos hemos acabado aficionando, las habitaciones son grandes, con su tele y su nevera, la cama kingsize, todo limpio, y muy barato. A mí me daba un poco de canguelis porque me veo muchas pelis cutre de miedo, típicas americanas, y me pensaba que a mitad de noche alguien iba a aparecer por ahí, sino ved la peli "Habitación sin salida" y me contáis. Bueno, acabamos encontrando allí una bodeguita que acabó siendo más barata que Argentina y Chile, por 5 dólares nos probamos todos los vinos que producía la familia que eran unos 15, así que salimos entonadetes para combatir el frío. Fue un poco visita relámpago, pero teníamos el vuelo a Hawaii, asi que........

Qué comemos y bebemos
Como buena ciudad estadounidense, hay restaurantes de todo tipo, y nosotros que estábamos en el centro teníamos solo en nuestra manzana por lo menos 10 restaurantes. Eso sí, no hay ninguno en el que te puedas comer una ensaladita, son todo pizza, indian food, thailandeses, vietnamita, más comida india, chinos...... Jaime encantado por tener una hamburguesería cada 5 metros, y yo también por la cantidad de restaurantes asiáticos que había por la zona.

Bueno familia, eso es todo por hoy. Que ya estamos en Hong Kong!!!!!!! Ya hemos cambiado la banderita del mapa y todo. Ya os contaremos qué tal se nos da por estas tierras.

Un beso muy grande a todos!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Publicado por Jaime y Pau sábado, 20 de febrero de 2010

2 comentarios

  1. Nos alegramos de la cantidad de cosas que suceden en el viaje; para eso es; seguir disfrutando y contando vuestra gran aventura.
    Nosotros establecidos en la maravillosa rutina tenemos poco que contar, y según se mire eso es una maravillosa noticia. " No news good news".
    De todas formas vais un poco atrasados; que yo sepa, falta Hawaii, Australia y Hong-Kong. Seguiremos atentos a los reportajes de Paula-Polo.
    Un besazo para los dos. Cuidaros mucho.
    Jaime y Montse

     
  2. Vosotros por Hong-Kong y yo por San Francisco. Es por la diferencia horaria y por Yogarati, que voy desfasada.

    El olor del puerto no es a marisquito, es a la familia de leones marinos que vive allí y que dan ganas de vomitar. Si habéis pasado frío no es porque sea invierno, porque yo pasé el mismo frío en el mes de agosto. El souvenir con más éxito era el forro polar.

    Vamos chicos, a conquistar el siguiente destino.

    Pilar

     

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