En KL sólo estuvimos un par de días, y pasamos más calor que en toda nuestra vida, aunque eso lo llevamos diciendo mucho en Asia, y alguna vez nos metimos en algún centro comercial sólo para que nos diera un poco el acondicionado. Eso sí, todas las tardes sin excepción llovía a cántaros, y se formaban unas piscinas por las calles que para cruzarlas había que remangarse por la rodilla.

En KL lo más impresionante de ver son las Petronas, y básicamente fuimos a KL sólo por ver las torres, pero la verdad es que el ambientillo de mezclas que hay allí hace que la ciudad merezca la pena, en menos de un minuto te puedes cruzar con chinos, indios y malayos, y cada uno tiene su propio barrio en la ciudad. Además hay cantidad de mequitas, templos chinos e hindúes, que conviven en la ciudad con toda normalidad. Nuestro hotel lo teníamos al lado de una mezquita y todos los días a las 7 de la tarde, las 12 de la noche y las 5 de la mañana ponían los altavoces a toda pastilla, asÍ que alguna vez por la noche nos despertaron.

KL fue uno de los primeros sitios en los que empezamos a practicar nuestras dotes de regateo, aunque ya nos habíamos iniciado en Dubai con la maestra Yoda, o sea, Alicia (no sabes las veces que nos hemos acordado de ti pensando que tú nos lo hubieras conseguido más barato). Hablando con un taxista que nos llevaba al barrio chino nos explicó más o menos las reglas del regateo, que las hemos mantenido siempre que hemos podido. Básicamente, al comprar algo y no marcharte con cara de primo, hay que conseguir un precio un poco más bajo de la mitad del precio original. O sea, que si piden 80 un buen precio serían 30 o 35, asi que con toda la cara del mundo cuando te piden los 80 hay que decirle al tío que no, que es muy caro y que como mucho le pagas 20 (se nos caía la cara de vergüenza cada vez que lo hacíamos). La segunda regla de oro del regateo es que si le dices al de la tienda un precio y te dice que sí, aunque sea 10 minutos más tarde de regateo y estés totalmente saturado y se te hayan quitado las ganas de comprar y odies al dueño por pesado, hay que comprar, porque es hacerle un feo. La última regla, esta de cosecha propia, es que si no te interesa lo de la tienda no preguntes el precio, porque te metes ya en el jueguecito de “dime cuánto estás dispuesto a pagar” y prácticamente te obligan a entrar en el regateo, y al final te pueden pasar dos cosas, o que compras algo que no querías o que te marchas sin nada y el de la tienda se acaba acordando de toda tu familia en malayo.

Lo que no nos gustó demasiado fue la comida, no sé si es que no encontramos un bar que nos gustara o que la forma de cocinar no nos va, pero yo alguna vez me quedé con un hambre que me desmayaba, así que todas las noches nos poníamos las botas con el McDonalds, aunque tuviéramos que atravesar los charcos gigantes de las lluvias, y nos poníamos las botas para así reponer fuerzas.


Un beso muy fuerte familia, sentimos el retraso pero llevamos por aquí es imposible es conectarse a internet. Os echamos de menos y tenemos muchas ganas de volver a veros pronto,

Un besazoooooo

Publicado por Jaime y Pau martes, 27 de abril de 2010

2 comentarios

  1. ¡¡No me creo que escribais !! pero todavía me creo menos que tengáis ganas de vernos porque eso querrá decir que se acaba vuestra vuelta al mundo. Entiendo lo del regateo, a mí se me da fatal, creo que pagaría lo primero que me dijeran. Pues, Paula, si tu también le das al Mc Donald, se debe de comer fatal. No voy a hacer comentarios sobre los baños, me abstengo. Espero que retomeis las buenas costumbres y tengamos noticias vuestras mas a menudo. Seguid disfrutando de todo lo distinto que os encontreis, aunque eso a veces suponga pasar hambre o pasarlo un poco mal. Acordaros de que pasarlo mal, es ir a currar todos los días. Un besazo muy grande para los dos y cuidaros.

     
  2. Ehhhhhhhyyyyy, jejejeje, muy bien chicos con las compras, no veáis la envidia que me dais... pero bueno, es viernes y está Sergio en casa, así que hoy aquí no se está tan mal ;-)
    Me dice Sergio que especifique que yo soy solo la aprendiz y que el gran maestro del regateo es él, en fin, es cierto.
    Bueno, que aún me queda mucho por leer que veo que os habéis puesto las pilas con el blog.
    Un besote chicos!!!

     

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