El viaje en autobús que nos hicimos desde el lago Inle a Bagan lo recuerdo especialmente con odio. En el hotel del Lago nos dijeron que íbamos a ir en minibús, y no sé por qué, ilusa de mí, me imaginé una furgonetilla como las que se utilizan para hacer los transfers del aeropuerto al hotel y cosas así, con espacio suficiente, asientos de cuero y aire acondicionado. Sí sí, igualito.

Pues nada, a las 4 de la madrugada nos vino a recoger un taxista que nos llevaba a la estación de autobuses donde íbamos a coger el minibús. Nos hizo una parte del trayecto sin las luces encendidas y los coches en dirección contraria no nos veían venir, y nos dejó aparcados en la intersección de dos caminos de arena, que supuestamente era la parada de autobuses. Pues apareció el nuestro, maaaaaaaaaaaadre mía. Un autobús del año de la abuela, medio oxidado, con gente subida en el techo, los asientos de madera con una gomaespuma para no dejarte la rabadilla ahí clavada y los famosos taburetes de pin y pon que ya habíamos visto en otras ciudades y que estaban apilados en uno de los asientos. En cuanto íbamos avanzando se subía cada vez más gente, algunos iban al techo y otros se metían dentro del bus, nosotros mirábamos para atrás para ver si cabían y nos parecía que no, pero sí, porque ponían los taburetes de plástico en mitad del pasillo y se sacaban así una fila entera de asientos de la manga. Mejor veis la foto y así no os lo tenéis que imaginar:
Bueno, pues la abuelilla de azul que está a la derecha iba al principio sentada en un taburete, al lado de Jaime. Después de hacer una parada en un merendero de carretera, donde nosotros para variar no probamos bocado e íbamos medio desmayados del calor, todo el mundo volvió a sentarse en su sitio. Me dice Jaime: mira la abuela que tengo sentada aquí al lado, que la ha liado parda, se ha debido comer algo súper grasiento y ahora no sabe dónde limpiarse. Iba la señora con las manos de grasa hasta los codos, y sujetaba el bolso con las muñecas para no ensuciarlo, y nosotros jajaja jajaja. Bueno, pues empieza a mirar por el rabillo del ojo para ver si alguien se daba cuenta de su movimiento maestro y a pasar la mano disimuladamente por el barrote del asiento que Jaime tenía delante y con el que le rozaba todo el pantalón. Claro, no teníamos prácticamente hueco entre un asiento y otro y Jaimito se iba a llevar puesta toda la grasaza que la señora se estaba rebozando en el barrote. Jaime ya desesperado, chorreando en sudor y viendo en primera fila que la señora lo está poniendo todo perdidito de grasa de pollo, y que además se empieza a limpiar los dedos uno por uno en la gomaespuma del asiento, manchándole el culo a la chica de delante.

Total, que Jaime llegó a Bagan encharcado en sudor y rebozado en grasa, con un calor del infierno y sin haber comido. Yo llegué prácticamente igual pero un pelín más limpia, aunque últimamente no es que andemos por aquí con nuestras mejores galas. Ese día nos acostamos en el hotel a las 5 de la tarde a echarnos una siestecilla y no fuimos capaces de levantarnos hasta el día siguiente, el viaje de 15 horas del minibús había hecho mella.

De todas formas, en el trayecto nos encontramos con algunas escenas que merecieron la pena tanto sufrimiento. Muy temprano por la mañana, cuando llevábamos sólo unas pocas horas en el autobús, paramos en un pueblo donde justo pasaban los monjes en su caminata diaria a pedir comida a las casas. Van siempre con su bol colgado al hombro y marchan en fila india, y la gente les va dando arroz y algunos les dan también dinero. Les habíamos visto ya alguna vez por las ciudades, pero de dos en dos, o algunos andando solos, nunca nos había coincidido verles a todos juntos para pedir su comida. Iban andando todos en silencio, descalzos por la carretera, y en orden de edad supongo porque iba primero el más mayor y al final del todo iba el más enano. Por lo que hemos ido aprendiendo del país, aquí es obligatorio para todos los hombres entrar dos veces como mínimo en la vida monástica. Una vez deben entrar cuando son pequeños, entre los 5 y los 15 años, y la segunda vez deben incorporarse como monjes ya experimentados, cuando tienen más de 20 años. Van todos con la cabeza rapada por la tradición Budhista, que dice que Budha se iluminó cuando se fue a un monte solitario a pensar bajo un árbol y se cortó su melena.

Al día siguiente estabas más frescos que una lechuga y listos para pasar el día visitando los templos de la ciudad. Bagan es famosa por los más de 4.000 templos que se construyeron hace más de 800 años. La tradición de la construcción tan numerosa de pagodas y estupas comenzó con el reinado del rey Anawrahta, y lo siguieron sus posteriores dinastías. Llegó un momento, en el siglo XIII, que con tanta construcción de templos la ciudad cayó en la bancarrota . A día de hoy casi todos los templos están reconstruidos, porque en 1975 hubo un terremoto muy fuerte en la ciudad que dañó la mayoría de templos de la zona.



Nos hemos encontrado con algunas pagodas espectaculares, aunque la mayoría son pequeñitas y construidas en ladrillo, pero las vistas panorámicas de tanta pagoda junta en mitad del campo y rodeada de palmeras hace que Bagan sea una parada obligatoria para los que visitamos Myanmar. Además el trayecto lo hicimos todo el día con el coche de caballos, metiéndonos por caminos de arena donde estábamos totalmente solos y pasábamos horas y horas sin cruzarnos con ningún turista.


A las puertas de los templos casi siempre nos encontrábamos con un mini-mercadillo de puestos de artesanía que se echaban como locos a los turistas y nos intentaban vender unos paños pintados, muy típicos de la ciudad, que los hacían con polvo de piedra y algunos con papel de oro. Otros vendían unas campanillas que me quedé con las ganas de comprar, porque son las mismas que ponen en la parte de arriba de las estupas y pagodas, y cada vez que uno está cerca de un templo siempre escucha el tintineo de la campanas. De hecho en el Lago Inle teníamos nuestro hotel pegado a una estupa y por las noches nos despertábamos con el soniquete de las campanillas.

En uno de los templos que visitamos, nos encontramos con una señora que no sé cómo me acabó liando para que me echara en la cara el pringue amarillo que llevan ellos siempre puesto. Teníamos la curiosidad de saber qué era la cosa amarilla que se echaban en la cara y por fin lo descubrimos. En un plato de piedra echan un poco de agua y la frotan con un trozo de madera que echa un jugo amarillo. Luego se lo echan en la cara y los brazos y lo dejan secar, hasta que forma una costra que te mantiene fresco y hace que no sudes. Jaime se rajó, y al final se pasó el día asfixiado y yo fui tan fresca con mi pringue.


Nos montamos en nuestro coche de caballos y fuimos a visitar el siguiente templo. Nos encontramos con bastante turistas locales, pero ni un solo extranjero. Al llegar a este templo, nos acorraló una familia entera que pensó que en vez de sacar fotos a la pagoda dorada que tenía vistas al río, en realidad lo que más les gustaba del sitio éramos nosotros, y así nos convertimos en la atracción del lugar. Eran unos 8, y todos se querían sacar fotos con nosotros y con la pagoda detrás. Que si la madre conmigo, luego la madre y la hija, luego Jaime y yo con el hijo monje, luego yo sola otra vez con la madre, luego con la hija monja que era la más pequeñita de la casa, y el padre como un descosido haciéndonos fotos y gritándole a toda la familia ¡cnsubiodnc!!!!! ¡!nsudnwjcn cfswdcnwo9ed!!!!, y haciendo gestos como un loco a toda la family con la mano, y nosotros entendimos como el típico “ponte aquí, corre, tú, ponte allá, no, no, no, más a la derecha”, el hombre estaba estresadísimo con la oportunidad que se le acababa de aparecer. Eso sí, a nosotros ni un grito, nos señalaba amablemente dónde nos teníamos que poner, y luego ya le daba los gritos a quien fuera para que se colocara donde se tenía que colocar. Y a todo esto, con espectadores, porque todo el mundo que pasaba por allí se quedaba parado mirando la escena. Jaime me dice que me está naciendo aquí el síndrome de doña Letizia.

En una de las pagodas que visitamos, como siempre nos encontramos con un puestecillo de una chica del pueblo que vendía pinturas. Le dijimos que no íbamos a comprar nada, pero su marido se ofreció para acompañarnos a la parte de arriba del templo y a hacernos de guía improvisado. Estábamos los tres solos en la pagoda con vistas a las pagodas y a las palmeras y sacándonos fotos, cuando nos empezó a preguntar que si sabíamos la situación política de su país. El chico tendría unos 27 años y se le veía que tenía unas ganas horribles de desahogarse, además aprovechó que estábamos solos para hablar de política porque allí tienen prohibido hablar de estos temas con los extranjeros.

Nos contó que en Noviembre tienen pensado celebrar elecciones, pero que todo el mundo sabe quién va a ganar. Nos dijo que se sienten forzados a votar, y que el recuento de votos no se hace en las aulas donde se ha votado sino que se llevan las urnas y hacen el recuento en un camión, cuando ya se han ido del pueblo. Además se soborna a la gente como se puede, o subiéndoles el sueldo o amenazándoles, y resulta que la líder de la oposición lleva en arresto domiciliario desde el año 89. Se ha subido de una forma increíble los precios del gas y del petróleo, que además se exportan a otros países como China, pero resulta que no hay electricidad en muchos pueblos del país y que los parones de luz son frecuentes por falta de suministro. En los últimos 20 años el precio del arroz se ha multiplicado por 100 (antes una bolsa valía 80 céntimos de Kyat y ahora vale 1.000), pero los sueldos sólo se han multiplicado por 3. Por eso ahora todos los miembros de la familia se ven obligados a trabajar para que le llegue el dinero sólo para la comida, y por eso se ve a tanto niño trabajando desde pequeño, porque no les queda más opción. Todo el mundo sabe que tienen un dirigente que no se preocupa por su gente, y que mantiene al país en unas condiciones de vida que no sólo las sufre la gente corriente. Nos contaba todo esto con una mezcla de rabia y frustración que nos llegó al alma a los pies. Seguiremos muy de cerca las “prometidas” elecciones.

Para rematar el día, nuestro conductor nos llevó a una pagoda de ladrillo no muy grande y en la que estuvimos prácticamente solos disfrutando de una puesta de sol maravillosa, con las pagodas entre las palmeras y las montañas de fondo.

Hasta aquí han durado nuestros días en Myanmar, yo me voy con una pena horrible porque me ha encantado el país y sobre todo su gente, que no tienen mucho pero nos han regalado 100 millones de sonrisas.

Un beso muy fuerte!!!!!

Dedicado al abuelo José, te echaremos de menos.

Publicado por Jaime y Pau viernes, 30 de abril de 2010

8 comentarios

  1. Qué es eso de manchar el culo de la chica de delante con los dedos? :O
    paula, soy yo o tienes el pelo rojo? jajaa
    y veo que Jaime esta hecho todo un fotografo !
    para que veais que yo tambien me acuerdo de vosotros eeeh !
    porcierto paula, me encanta la cara de asco que tienes en la sexta foto ! ;)
    bueeno, primero porcierto ! =D

     
  2. Bella foto de la puesta/salida del sol. Lástima que las greñas de Jaime hacen que la atención se centre en la falta que le hace un buen "rapao". Bss

     
  3. Después de tanto "silencio radio" de pronto ha llegado una avalancha de información y fotos que todavía estamos procesando por eso hemos tardado un poco en escribir.
    Da la sensación que los sitios son fantasticos, y la vegetación una maravilla; incluso viendo las fotos se aprecia "la calor" que hace por ahí, también estais estupendos en esos baños con el agua tan transparente. Se os ve bién y eso es lo importante.
    Por aquí deciros que parece ser que viene nieta, y todavía no sabemos el nombre; también llegaron los papeles de de tu examen de inglés, y efectivamente llevaban la dirección "D" en lugar de "B".
    Bueno, seguir disfrutando del viaje con sus cosas buenas y mejores; y seguiremos esperando nuevas noticias y fotos para seguir viajando con vosotros.
    Un besazo para los dos.
    Cuidaros mucho.
    Jaime y Montse

     
  4. ¡¡ Que bueno recibir tanta información !! aunque ha sido tanta de golpe que, como dicen por ahí arriba hemos necesitado mas tiempo para asimilar paisajes, comidas, trayectos..... Veo que cuidasteis bien de tu padre, Paula, e imagino que os alegraría ver alguna cara conocida después de tanto tiempo. No falteis a vuestra cita con el Blog que aunque habeis mandado mucho, los que estamos a este lado siempre estamos ansiosos de recibir mas. Cuidaros y seguid disfrutando y Jaime ¡¡ánimo con la comida !!. Besos

     
  5. ¡cuánta foto¡ ¡cuánto texto¡ Necesito tiempo para verlo despacito. Pero, por ahora, creo que es la parte que más me gusta del viaje. Por los paisajes y por la gente, sonriendo como si lo tuvieran todo (que a lo mejor es verdad y lo tienen)

    Al loro las greñas de Jaime¡ Claro, que después del cortecito de pelo sólo puede mejorar el pobre.

    Seguid así, con la sonrisa permanente y viviendo a tope la experiencia.

    Besos, besos, besos,

    Pilar

     
  6. ¿había mandado comentario o no había mandado comentario? Que me váis a volver loca.

    He terminado de leer y me alegro de que conservéis el sentido del humor a pesar de los bichos, los dos agujeros en el suelo, la comida picante y los trenes y autobuses. Sólo el water festival y las risas de los monjes ya os han dado reservas de alegría para el resto de penurias.

    Hasta el siguiente comentario o llamada

    BESOOOOOOOOOOOS PARA LOS DOS

    Pilar

     
  7. Ola xicos!!ya veo q todo genial, me alegro mucho!!disfrutad que ya os keda menos, os espero x los madriles, sobre todo a tí pauli, q te voy a hacer currar cuando vuelvas cn marrones varios!jajaja,
    un besazo enorme
    ro

     
  8. JTR
  9. Hola pareja! me ha encantado vuestro relato de Birmania.
    La situacion politica es desastrosa y realmente tienen al mundo dandole la espalda por eso mismo. Estan en una situacion critica.
    Yo en breve llegare alli, a mediados de Agosto, aprox.
    Ahora estoy en Camboya currando con una ONG con un proyecto de construccion de un colegio para el desarrollo profesional de las mujeres. En total hacemos 4 colegios en 4 provincias diferentes.
    Un abrazo a los dos.
    Juan (Perhentian Islands)

     

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